miércoles, 11 de febrero de 2015

Papas Crujientes con Sésamo



Dentro del conjunto de reglas generales a tener en cuenta para lograr una alimentación vegetariana equilibrada y saludable, las semillas representan (junto con las ensaladas y frutas crudas) un papel fundamental. En el caso de la receta de hoy, proponemos las semillas de sésamo, puerilmente famosas por ir encima de los panes de hamburguesas. Sin embargo, son, como alimento, mucho más que un apéndice decorativo. Su consumo en nuestra dieta tiene un aporte importante de proteínas,  calcio, ácidos grasos Omega 6 y 9,  lecitina, vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y E. Previenen enfermedades como la arteriosclerosis y osteoporosis, son antioxidantes y ayudan al tracto intestinal por su contenido en fibras. Contienen hierro (por lo cual son indicadas en caso de anemia), fósforo, potasio, magnesio, yodo, selenio y cromo. Son de gran ayuda para los trastornos del sistema nervioso y circulatorio. Su consumo se aconseja a los estudiantes pues estimulan la concentración y la memoria (por su contenido en fósforo), son ligeramente laxantes y estimulan la producción de leche en la lactancia. Las encontramos en tres variedades: sésamo blanco, marrón y negro. Nuestra receta de hoy utiliza semillas de sésamo blanco, se trata de una receta antidepresión, como todo lo que sea crujiente dentro de nuestra boca: al crujiente natural del sésamo (momento en el que despide su sabor particular y exquisito) se le suma el crocante de la papa. Porsupuesto se vuelve necesario acompañar éste plato con una abundante ensalada de verduras crudas, logrando así una combinación balanceada.

Papas Crujientes con Sésamo

Ingredientes

8 papas medianas, 60 gr. de manteca, semillas de sésamo (cantidad necesaria), aceite de oliva, 1 cucharadita de orégano, 1 cucharadita de nuez moscada, 1 cucharadita de sal.

Preparación

Lavar y pelar las papas. Cortarlas en rodajas de grosor medio.

Utilizar la manteca a temperatura ambiente. Agregarle las semillas de sésamo, la sal, el orégano y la nuez moscada. Mezclar hasta integrar y que quede una "manteca saborizada".

Untar las papas con ésta manteca, colocarlas en una fuente para horno y rociarlas ligeramente con el aceite de oliva. Cocinar a temperatura media en un horno precalentado (180°) hasta que la superficie esté dorada.

María de la Cruz Rojo

Fuentes


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