Mientras nos tomamos un receso, queremos
compartir algunas consideraciones alimenticias para la temporada de verano, que
ha comenzado en el equinoccio de diciembre.
Ésta es una temporada en dónde el
sabor amargo está en el aire y la energía es caliente y exuberante.
Comenzar
las comidas con alguna verdura picante o una ensalada condimentada con algunas
gotas de jengibre, comer poco y con más frecuencia, evitar las grasas y / o
preferir los alimentos frescos a los fríos son algunas pautas a seguir. Los pickles sientan muy bien durante el verano. Por
el contrario, es preferible evitar el café, el chocolate, la manteca, cosas
hechas a las brasas o muy cocidas. En cuanto a los crudos y las frutas: hay que
tener cuidado con no abusar de la ingesta de sandía, melón, jugos de fruta y
bebidas heladas. El punto es ir observando como nuestro organismo reacciona al
calor e ir adecuando la comida de acuerdo con ello. Y lo más importante: comer
con libertad.
María de la Cruz Rojo
Extracto del libro “Manual do
Herói, ou a Filosofia Chinesa na Cozinha”, de Sonia Hirsch, Rio de Janeiro, MAUAD, 2000