Hasta donde me alcanza la
memoria, éste es el segundo verano –consecutivo- alterado en su esencia. Buenos
Aires solía tener cuatro estaciones perfectamente establecidas y con sus climas
perfectamente diferenciados. Al día de hoy, el calor del verano puede
sorprendernos en días de mayo o agosto (ya no sólo en el famoso “veranito de
San Juan”). Una especie de viceversa también opera: estos últimos veranos
presentan algunos días con picos de calor, otros de calor habituales a la
época, pero en general, se impone un clima templado típico de los días en que
la primavera se va asentando o aquellos que se corresponden al tránsito con el
otoño. Cambio climático, un tema para
trabajar desde diversas entradas. Y lo solemos mencionar en nuestro blog de
cocina, porque la alteración en una estación también altera de elaboración de
los menúes. El clima templado que acabamos de mencionar, nos permite (o incluso
a veces nos impele) a llevar a cabo menúes acordes con ellos. Por supuesto,
esto no quita el protagonismo de ensaladas, frutas frescas, jugos y licuados,
pero entre ellos, de acuerdo a lo que nos proponga el clima encontrándonos aún
en verano, cabe la posibilidad de poder elegir un:
Ingredientes
400 gr. de tomates cherries, 3
cucharadas de perejil picado (puede reemplazarse por albahaca), 150 gr. de
gruyere rallado, 50 gr. de harina, 4 huevos grandes ligeramente batidos, 3
cucharadas de crema agria, 225 ml. de leche, sal y pimienta.
Preparación
Aceitar una pirex ovalada,
colocar los tomates y espolvorearlos con el perejil y la mitad del queso.
Poner el harina en un bol y añadir los huevos de a poco, batiendo hasta eliminar los grumos. Añadir la crema lentamente, hasta obtener una pasta fina y suave. Salpimentarla.
Verter la pasta sobre los tomates
y espolvorear con el resto del queso. Hornear en horno precalentado a 190° de
cuarenta a cincuenta minutos o hasta que la cobertura haya cuajado y se haya
hinchado (1).
Si lo vamos a servir caliente,
aguardamos unos minutos antes de
cortarlo. También puede servirse frío. Nosotros lo hemos acompañado con
unos brócolis salteados picantes y agridulces, cuya receta compartiremos
oportunamente.
María de la Cruz Rojo
Notas
(1) Si advertimos que se dora
demasiado antes de cuajar, lo cubrimos con aluminio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario